viernes, 7 de diciembre de 2012 0 comentarios

Crecimiento económico de Singapur desde su independencia (Parte III)

Hoy finalizo esta serie de entradas sobre el crecimiento económico de Singapur desde su independencia. También termino con la serie de posts de temática sobre la economía de Asia. Hablaré sobre las estrategias económicas tomadas por el gobierno de Singapur en la década de los 90.

Años 1990

Principales retos económicos

Similarmente a la anterior década, el principal desafío económico de Singapur en la década de los 90 era asegurar que la nación podía desarrollar una economía basada en la alta tecnología. Esto se basaba en pasar de una producción intensiva en la mano de obra barata a una que requería empleados altamente cualificados en industrias de alto valor añadido.

Estrategia tomada por el gobierno

Durante los años 90, el gobierno de Singapur continuó sus altas inversiones para desarrollar la alta tecnología en el país. A través del Consejo Nacional de Informática, Singapur invirtió alrededor de 2.000 millones de dólares entre 1991 y 1995 y 4.000 millones de dólares entre 1996 y 2000, para diversos planes de desarrollo de la alta tecnología. La agrupación en clústeres de las empresas de alta tecnología se llevó a cabo mediante la agrupación de parques tecnológicos, entre los que se encuentran la Universidad Nacional de Singapur (UNS), la Universidad Tecnológica de Nanyang, el Instituto de Ciencia de Sistemas y otras instituciones secundarias. Además, el gobierno también profundizó el nivel de investigación tecnológica del país a través de programas de cooperación entre la Universidad Nacional de Singapur y empresas de alta tecnología de los Estados Unidos, Australia y Europa.

Otra estrategia importante adoptada por Singapur en los años 90 fue el hecho de darse cuenta de la necesidad de expandir sus actividades económicas en la región. Singapur ya no era el ideal de país con mano de obra barata. Sin embargo, las regiones circundantes de Malasia e Indonesia todavía tenían una masa importante de trabajadores con pocas cualificaciones y con salarios bajos. A principios de la década de los 90 se creó el triángulo de crecimiento Singapur-Johor-Riau (SIJORI) para reubicar las inversiones en industria de Singapur en las regiones cercanas de Johor en Malasia y las islas Batam Bintan de la provincia de Riau, en Indonesia. Singapur actuó como el principal centro financiero del triángulo, mientras que Johor y Riau proporcionaban la mano de obra para los procesos de fabricación.

En 1989 se propuso un plan para la cooperación económica entre Indonesia, Singapur y Malasia. Sin embargo, la iniciativa SIJORI no se puso en marcha hasta la década de los 90, dirigida por el Consejo de Desarrollo Económico de Singapur. Sus miembros originales fueron Singapur, Johor (Malasia) y la provincia de Riau en Indonesia. Singapur se beneficiaría de la cooperación regional ya que Johor y Riau le proporcionarían el espacio, los recursos (comida, gas natural y agua) y la mano de obra que necesitaba. Malasia e Indonesia también se beneficiarían de la iniciativa debido al desarrollo en infraestructuras, el crecimiento económico y la experiencia financiera de Singapur. Bajo este acuerdo, Singapur proporcionaría los contactos y los servicios financieros para que los inversores extranjeros establecieran sus plantas de fabricación en ambas regiones. Las provincias de Johor y Riau proporcionarían incentivos fiscales y financieros a las empresas extranjeras para que trasladasen sus fábricas desde Singapur.


Triángulo de crecimiento de SIJORI

El temprano acuerdo político facilitó la cooperación entre todas las partes implicadas para la construcción de zonas industriales en las regiones de Johor y Riau, especialmente en las islas de Batam y Bintan. La cooperación entre Singapur y Riau era estructuralmente más formal que la que había entre Singapeur y Johor, gracias a la creación de un acuerdo bilateral oficial entre Indonesia y Singapur para iniciativas conjuntas en Batam y Bintan. Sin aparente cooperación entre Johor y Riau, estaba claro entonces que el triángulo había evolucionado debido al gran esfuerzo del gobierno de Singapur en tratar de desarrollar Johor y Riau como sus brazos económicos externos y posicionarse como el centro financiero de la región.

De 1996 en adelante, el triángulo SIJORI se expandió con la inclusión de nuevas regiones y provincias. De esta manera, el triángulo pasó a conocerse como el Triángulo de Crecimiento Indonesia-Malasia-Singapur (IMS-GT) con la adición de Sumatra Occidental en Indonesia y el de Pahang Sur, Negri Sembilan y  Malacca en Malasia. Entre todos estos pares de colaboración, la cooperación entre Singapur y la provincia de Riau (incluyendo las islas de Batam y Bintan) sigue siendo el nexo económico más importante en la actualidad. A fecha de 2003, el número de bases industriales de empresas multinacionales en ambas islas superó las 70, incluyendo compañías como Phillips, Siemens y Thomson, que todavía mantienen sus operaciones financieras en Singapur. Solamente en la Isla de Batam se han invertido hasta hoy más de 2.000 millones de dólares. El grueso de la inversión proviene de empresas con sede en Singapur.

Factores que favorecieron la creación del triángulo de crecimiento SIJORI

Localización y ventajas infraestructurales
La situación geográfica de Singapur, Johor y Riau contribuyó a la formación inicial del triángulo de crecimiento. Gracias a la facilidad de transporte entre las tres áreas, el coste de formar el triángulo económico fue relativamente bajo. Singapur y Johor estaban unidos por una carretera de 1,2 km de distancia, con capacidad para más de 40,000 vehículos diarios. Entre tanto, Singapur y Batam están a solo 20 km de distancia, y están conectados por una ruta eficiente de ferris que puede realizar hasta 70 viajes diarios.

A principios de los 90, entre las tres áreas, Riau era la única que todavía no tenía una buena red de infraestructuras. Debido al crecimiento económico de los 80, Johor había desarrollado una buena infraestructura física, incluyendo puertos y aeropuertos. Singapur ya tenía una red de infraestructuras de clase mundial para ese momento. El acuerdo para la cooperación entre Singapur y Riau incluyó una joint venture entre los gobiernos de Singapur e Indonesia que se encargaría de desarrollar las infraestructuras de Riau, especialmente la de las islas de Batam y Bintan.

Aportación de factores económicos suplementarios

Las diferentes aportaciones de factores en 1990 entre Singapur y Johor y entre Singapur y Riau han demostrado ser complementarias a las necesidades de cada una. Por lo tanto, se dieron buenas colaboraciones entre los pares de Singapur-Riau y Singapur-Johor. Por el otro lado, Johor y Riau no aportaban factores demasiado diferentes, y de hecho, en cierto sentido competían entre sí. Como resultado, la colaboración entre Johor y Riau era, en su mayoría, inexistente.

En la década de los 90, Singapur había establecido totalmente sus sistemas de transportes, finanzas y telecomunicaciones, además de haber adquirido mucha experiencia en gestión tras haber sufrido un rápido crecimiento económico desde 1960. Singapur tenía mucha experiencia en la gestión de inversiones extranjeras, y estaba en el camino de convertirse en productor de bienes de alta tecnología. Con la subida de los salarios y el mercado laboral tan reducido, Singapur tuvo que buscar mano de obra barata en las regiones cercanas para mantener su competitividad.

Riau y Johor proporcionaron a Singapur esa mano de obra barata que tanto necesitaba. Johor y Riau tenían un montón de recursos y trabajadores de bajo coste. Entre los dos, tenían una superficie de 100.000 km2, con una población de alrededor de 3 millones cada uno. En los 90, la mayoría de los empleados en Johor trabajaban en el sector industrial y gracias al desarrollo económico de los años 80, la cualificación de sus empleados había aumentado ligeramente. Por el otro lado, Riau proporcionaba la mano de obra barata para la fabricación (principalmente en electrónica) en Batam, y en su isla de Bintan tenía los recursos naturales necesarios para transformarla en un resort turístico.

Cambio de políticas y cooperación gubernamental
Los principales esfuerzos para garantizar una cooperación regional exitosa entre las tres regiones los hizo el gobierno indonesio en 1990 con la aplicación de cambios en las políticas de inversión extranjera para la Isla de Batam en la provincia de Riau. Este cambio permitió que las empresas de la isla tuvieran propiedad 100% de empresas privadas extranjeras y el desarrollo del sector industrial en la isla. El gobierno indonesio también redujo trabas burocráticas y permitió que las empresas negociaran directamente con la Autoridad para el Desarrollo Industrial de Batam (ADIB), en vez de tener que tratar con órganos superiores del país como era el Consejo de Coordinación de la Inversión Nacional (CCIN) en Yakarta.

Gracias a las reformas llevadas a cabo por el gobierno de Indonesia, Batam siguió siendo la pieza central de la colaboración entre Singapur y Riau, lo que incentivó la inversión singapurense en infraestructuras y ayudas económicas para el desarrollo de la región. El gobierno de Singapur comenzó a realizar grandes inversiones en las islas de Riau desde principios de los años 90 en adelante. Para mediados de la década de los 90 había más de 400 fábricas de propiedad extranjera en Batam, de las cuales el 70% estaban relacionadas con empresas de Singapur. Además, el gobierno de Singapur ayudó a desarrollar la infraestructura en Batam. En 1991, se abrió el Parque Industrial de Batamindo, desarrollado conjuntamente por empresas relacionadas con el gobierno de Singapur y el Grupo Salim de Indonesia. Futuros desarrollos en las islas de Riau incluirían la creación del Resort Internacional de Bintam, el Polígono Industrial de Bintan y el Polígono Industrial de la Isla de Karimun, que en total atrajeron más de 4.000 millones de dólares de inversión a las islas.

En el caso de Johor, hubo una menor implicación por parte del gobierno a la hora de apoyar el crecimiento del triángulo SIJORI. A pesar de los graves desacuerdos entre el gobierno de Kuala Lumpur y el de Singapur, Malasia reconocía la importancia de una buena cooperación entre Singapur y Johor para el crecimiento económico de Johor y de Malasia en general. Desde el principio de la iniciativa SIJORI, el gobierno de Malasia introdujo medidas que facilitaban el traslado de multinacionales desde Singapur a Johor. Se crearon nuevos polígonos industriales e institutos de formación para trabajadores en Johor. El gobierno malasio también asumió el papel de mejorar la infraestructura de transporte en el área de Johor. 

Resultados económicos del período
Para finales de los 90, el porcentaje que ocupaban los servicios financieros en el tota del PIB de Singapur aumentó para situarse alrededor del 30%, bastante más que el 20% que tenía en la década de los 80. El número de investigadores científicos creció a más de 10.000 para finales de los 90. La economía de Singapur creció a un promedio del 8% en los años 90 hasta que se contrajo en un 1% en 1998 debido a la crisis económica asiática.
lunes, 3 de diciembre de 2012 0 comentarios

Crecimiento económico de Singapur desde su independencia (Parte II)

Seguimos con la segunda parte del post sobre el crecimiento económico de Singapur desde su independencia. Hoy voy a hablaros del crecimiento entre la década de los 60 y la década de los 80 inclusive.

Años 1960

Principales retos económicos

El principal reto de Singapur en sus primeros años como estado independiente era vencer el problema del desempleo. El gobierno de Singapur comprendía que la única manera de aumentar el empleo era mediante un importante crecimiento de su industria. Pero en sus primeros años, la economía del país todavía dependía demasiado del comercio de exportación para la Compañía Británica de las Indias Orientales, y como resultado, el sector industrial estaba poco desarrollado. Por otro lado, había poco capital para financiar el crecimiento del sector industrial.

Estrategia tomada por el gobierno

El papel del gobierno de Singapur fue crucial en este momento. En sus primeros años de autonomía política, el gobierno de Singapur le pidió a la ONU que les enviara asesores económicos que hubieran trabajado en países en condiciones similares al Singapur de los años 60, especialmente en términos de tamaño y etapa económica. El Doctor Albert Winsemius, un empresario holandés que había aconsejado anteriormente a Portugal y Grecia, fue quien dirigió el equipo de la ONU. Una de las primeras iniciativas fue establecer una institución que se encargara de que facilitar la inversión extranjera en la isla. Esta institución debería proporcionar a los inversores extranjeros información sobre los procedimientos para invertir en Singapur. El objetivo principal era reducir la burocracia gubernamental a la hora de invertir en el país.

El Consejo de Desarrollo Económico (CDE) se estableció en 1961 con el principal objetivo de atraer capital extranjero al mercado de Singapur. Esto sucedió al mismo tiempo que muchas empresas en las economías occidentales se veían amenazadas por la expansión de las compañías japonesas. Los gestores del CDE viajaron por Estados Unidos y Europa promocionando Singapur como el lugar adecuado para construir centros industriales de bajo coste para las grandes compañías. Singapur era un país políticamente estable con una gran mano de obra que hablaba bastante bien el inglés.

Además, para atraer a las multinacionales, el CDE impulsó la creación de la Ciudad Industrial de Jurong con fábricas listas para ser ocupadas por las empresas extranjeras. En 1967, se aprobó la Ley de Incentivos a la Expansión Económica, permitiendo al CDE el derecho de dar estatus de ‘pioneros’ a las empresas extranjeras, con beneficios fiscales por un período de hasta cinco años. En consecuencia, la mayoría de los inversores extranjeros vieron sus costos de producción reducidos en aproximadamente un 20%. Pronto, muchas empresas extranjeras entraron en Singapur.

Resultados económicos del período

Durante la década de los 60, el PIB de Singapur creció a un promedio relativamente alto del 6% anual. En el mismo período, el porcentaje que ocupaba la industria en el total del PIB, creció de un 10% a principios de la década a un 15% a finales de ésta. Y más importante, la entrada de empresas extranjeras en la isla permitió que Singapur adoptara la tecnología que los inversores habían traído.

Años 1970

Principales retos económicos


A pesar de que se había conseguido un crecimiento económico importante en los años 60, la economía de Singapur todavía estaba lejos de ser un éxito. La tasa de desempleo era todavía bastante alta, alrededor del 10%, y todavía había problemas económicos, principalmente debidos a la salida de los británicos de la isla y a la política de confrontación de Indonesia. A diferencia de Hong Kong, el gobierno de Singapur ya no tenía el apoyo de Gran Bretaña. Y la expulsión de Singapur de Malasia había desbaratado el plan original de crear un mercado común en la región, que hubiera hecho Singapur todavía más atractivo para los inversores. El gobierno de Singapur tenía que continuar sus duros esfuerzos para mejorar las condiciones económicas de la nación.

Estrategia tomada por el gobierno

El Consejo de Desarrollo Económico continuó revisando su plan de incentivos fiscales con el objetivo de que el país mantuviera su atractivo para los inversores extranjeros. El estatus de ‘pionero’ se modificó en 1970 para extender los recortes tributarios para un período fijo de cinco años, y se volvió a modificar en 1975 para aumentarlo a 10 años. Después, a finales de la década, el plan de incentivos fiscales se extendió para incluir también a las pequeñas empresas industriales de Singapur, así como proporcionar beneficios a las empresas que ofrecían servicios a las empresas existentes. Los incentivos y beneficios fiscales redujeron los costes de producción de manera significativa por más del 33%.

Además de la provisión de incentivos fiscales y otros beneficios, el gobierno de Singapur trabajó en el establecimiento otras instituciones de apoyo. Se hizo cargo de las inversiones en las zonas que carecían de conocimiento técnico privado local. Nacionalizó empresas del sector financiero y del de transportes, lo que llevó al nacimiento del Banco de Desarrollo de Singapur (DBS Bank), la aerolínea Singapore Airlines y el Astillero Sembawang. Estas instituciones apoyaron el establecimiento de servicios financieros así como el desarrollo de las infraestructuras físicas y no físicas de Singapur.

Para ayudar a financiar la inversión pública en Singapur, el gobierno continuó con el Fondo Central de Previsión (FCP), el pilar principal del sistema de seguridad social del país, que llevaba vigente desde 1955. Aunque ha habido varios cambios en el sistema tales como una mayor utilización de los fondos del FCP para la compra de casas y para beneficios médicos, el FCP sigue siendo obligatorio para todos los trabajadores en la actualidad. Lo que este sistema aportó a la economía fue la creación de una mano de obra basada en el trabajo duro, el ahorro y la independencia.

A principios de la década de los 70, el gobierno de Singapur, mediante la Ley de Empleo, formó los estándares de empleo para prevenir y resolver problemas entre los empleados y los empleadores. También, en 1972, el gobierno de Singapur formó el Congreso Nacional de Sindicatos (NTUC) como el único sindicato nacional para supervisar el empleo y los problemas salariales.

Resultados económicos del período

Todas estas iniciativas diferentes llevadas a cabo por el gobierno funcionaron bien hasta finales de los años 70. A finales de la década, la tasa de desempleo era solo del 3,5%, mientras que el sector industrial pasó a componer un 25% del PIB. Singapur se estaba empezando a ganar el reconocimiento internacional gracias a su tasa de crecimiento anual del PIB del 10%.

Años 1980

Principales retos económicos

Mientras que los primeros años del Singapur independiente presentaban un problema de falta de capital, los años 80 se caracterizaron por otro tipo de desafíos y problemas económicos. Siguiendo el ritmo relativamente rápido de industrialización con altas inversiones de capital, Singapur en la década de los 80 se enfrentó a un mercado de trabajo muy limitado con presiones cada vez mayores sobre el salario de los trabajadores. 

Al mismo tiempo, empezaron a crecer otras economías emergentes en el Sudeste de Asia. La economía de Singapur ya no era vista como la que podía ofrecer trabajadores de bajo coste, y por tanto, para mantenerse competitiva en el mercado global, Singapur cambió su estrategia en una que pudiese asegurar el desarrollo de industrias de alto valor añadido. La mano de obra de Singapur necesitaba aumentar su nivel de cualificación para permitir que el país cambiara de la economía industrial a la economía de los servicios.

Estrategia tomada por el gobierno

Con el fin de alcanzar su objetivo de contar con una mano de obra altamente especializada, el gobierno de Singapur creó el Consejo Nacional de Informática (CNI) en 1981 para establecer una buena formación para los empleados de las industrias relacionadas con las TIC. Esto era al mismo tiempo necesario para proporcionar una mano de obra suficientemente cualificada en TICs para atraer a las empresas informáticas mundiales y que produjeran y vendieran su software a través de Singapur. El CNI continuó de 1981 en adelante para supervisar el desarrollo de la implementación de las TIC como parte de la creciente ‘infoestructura’ de Singapur. 

Entre algunas de las iniciativas de la última parte de los años 80, el CNI desplegó un plan para promover una cultura de utilización y aplicación de las TIC en las empresas así como un incremento del desarrollo local de las TIC para que, de esta manera, las empresas del país pudieran estar comunicadas con otras en Occidente. Durante ese mismo periodo, el gobierno de Singapur gastó una enorme cantidad de dinero en la construcción y desarrollo de la nueva ‘infoestructura’. El gasto del público en infraestructuras creció hasta situarse en el triple del gasto extranjero en la década de los 80.

El papel del CDE no disminuyó de la década de los 80 en adelante.  En 1983 se revisó el sistema de estatus pionero para asegurar que los incentivos fiscales se continuaban aplicando a las empresas pioneras. En esta década el CDE amplió los beneficios fiscales de las empresas industriales para incluir también a las financieras. Además, se ofrecieron beneficios fiscales a las multinacionales que quisieran establecer su sede en Singapur.

Resultados económicos del período

Como resultado de las diferentes estrategias económicas aplicadas, Singapur mantuvo su crecimiento del PIB en un promedio de 7,3% anual durante la década de los 80. Al mismo tiempo, la proporción de empleados altamente cualificados aumento del 11% registrado e 1979 a un 22% en 1985, mientras que las ventas locales y las exportaciones de ordenadores se multiplicaron por diez para final de la década.
 
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